sábado, 28 de enero de 2017

Sacheri "Aráoz y la verdad"-Cortázar "Carta a una señorita en París"

¿Por qué "Lecturas Peregrinas"? Porque en este blog se escribe sobre las lecturas que llevan, 
o bien a otro texto, 
o a alguna música, 
a alguna pintura... 
que despiertan las ganas de investigar más...


Sacheri "Aráoz y la verdad"
y
Cortázar "Carta a una señorita en París"


“Aráoz y la verdad” es un libro escrito por Eduardo Sacheri, que continúa la historia iniciada en “La noche de la Usina”. Ambos libros comparten hechos de la vida de Fermín Perlassi, con su pasado como exitoso jugador de fútbol.

La contratapa del libro explica:

'Lo que me importa es saber lo que pasó con Perlassi. La verdad. Eso quiero saber. La verdad', dice Aráoz, quien decide emprender un viaje hasta O'Connor, un pueblito que se cayó del mapa en los noventa, para encontrar a la única persona que puede revelarle qué ocurrió en el partido de fútbol que dejó afuera del campeonato a Deportivo Wilde, cuando él era apenas un chico. Eduardo Sacheri propone, en su segunda novela, una intriga donde se alternan el pasado y el presente, mientras los episodios se van encadenando en la voz de sus personajes para recrear un mundo tan íntimo como universal.Una vez más, este excelente narrador nos habla de los hombres que -como el futbolista tras la pelota- persiguen su verdad, para comprender el bien y el mal, y para redimirse incluso de sus más absolutas derrotas.
El relato va y viene en el transcurso del tiempo y, durante estos períodos, Aráoz lee “Carta a una señorita en París” de Julio Cortázar, donde el protagonista, que también se traslada, vomita conejitos, que luego alimenta y cría en su casa. Pero, al irse a vivir temporalmente al departamento de la señorita que está en París, los conejitos surgen con mayor rapidez, hasta llegar a diez, que complican su crianza en una propiedad ajena y a escondidas de la señora que limpia y cuida el departamento. El narrador del cuento es un traductor y según diversas interpretaciones, esos conejitos son inspiraciones de relatos ‘que su alma vomita’ y que, a pesar de que cuida y sustenta, hasta el momento, no se animará a escribir o publicar. La dueña del departamento se llama Andrée.

Ahora, similitudes mezcladas con diferencias, porque así son ambos relatos ¿Sacheri hace un paralelo con el cuento de Cortázar? Quizás sí, quizás no…

  • En “Aráoz y la verdad” y en “Carta a una señorita en París” los personajes dejan su casa y habitan en otro lugar durante un tiempo.
  • Aráoz busca una verdad, el escritor de la carta esconde su verdad, los conejitos. Este protagonista es un traductor, que trabaja en una oficina. ¿Quiere ser escritor y no se anima? ¿Comienza los cuentos (cuando vomita el conejito) y no los termina? ¿Por eso los desecha? ¿La casa de Andrée, con su ambiente cultural y armonioso, lo inspira a borbotones? Cuida los conejitos de noche para que la mucama no lo descubra ¿tiene vergüenza o temor de sus textos?
  • El departamento de la señorita es acogedor, fino, exquisitamente decorado por una mujer sensitiva. A la inversa, el parador de Perlassi, está preparado para estar de paso, austero, perfilado por hombres que viven solos.
  • Andrée “lo ha dispuesto todo [en su departamento] como una reiteración visible de su alma”, por el contrario, pareciera que el alma oculta, escondida, del que vomita conejitos busca esa forma inaudita de salir al exterior.
  • La habitación de Aráoz (su refugio luego de separarse de la esposa), está descripta con precisión en el libro, de la misma manera que el departamento de Andrée.
  • Aráoz en O’Connor se llena de historias, lo mismo ocurre con el departamento de Andrée de conejitos.
  • A Aráoz no lo deja dormir el insomnio, al personaje de Cortázar no lo dejan dormir los conejos y ambos transcurren sus días adormilados.
  • Aráoz se sentía identificado con el cuento, por el cambio de casa, por ocultar la pregunta que no se animaba a hacer, por los chispazos de deseos de matarse y no.
  • En ambos relatos se le da importancia a las costumbres: a los rituales del té o del mate, a las horas de tomar los alimentos y a las de descansar.
  • La relevancia del amor por la lectura y escritura en Cortázar, el interés que roza lo fanático del fútbol en Sacheri. 
  • El cuento de Cortázar tiene un final, pero deja dudas de interpretación respecto a qué son los conejos, el libro de Sacheri deja una pregunta ¿habló con Perlassi o no?
  • Aráoz encuentra su verdad, el personaje de Cortázar la oculta para siempre.



Vale recordar las preciosas metáforas que escribió Cortázar:



“...lo ha dispuesto todo como una reiteración visible de su alma”“...en este preciso sitio de la mesita el cenicero de cristal que parece el corte de una pompa de jabón”“...ritual de bandejas con té y tenacillas de azúcar”“y porque me gusta escribir cartas, y tal vez porque llueve”“Las costumbres, Andrée, son formas concretas del ritmo, son la cuota del ritmo que nos ayuda a vivir”“como esa estrella de mar que ha puesto usted sobre la bañera y que a cada baño parece llenarle a uno el cuerpo de sal y azotes de sol y grandes rumores de la profundidad”




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