lunes, 2 de enero de 2017

Paul Auster comenta a Johannes Vermeer


¿Por qué "Lecturas Peregrinas"? Porque en este blog se escribe sobre las lecturas que llevan, 
o bien a otro texto, 
o a alguna música, 
a alguna pintura... 

que despiertan las ganas de investigar más...


Paul Auster y Johannes Vermeer





Paul Auster, en su libro “La invención de la soledad” hace referencia a un cuadro de Johannes Vermeer que denomina “Mujer en azul”, aunque esta obra también se conoce como “Mujer leyendo una carta” o “Muchacha de azul leyendo una carta”. 
Es interesante destacar los sentimientos que el cuadro inspira en Auster:

“Piensa, por ejemplo, en las mujeres de Vermeer, solas en sus habitaciones, con la luz brillante del mundo real entrando a raudales por una ventana abierta o cerrada, y la absoluta inmovilidad de aquellas soledades, una evocación casi desgarradora de la vida cotidiana y de sus inconstancias domésticas. Piensa sobre todo en una pintura que vio en el Rijksmuseum de Amsterdam, Mujer en azul, y cuya contemplación lo dejó absorto.”

 Luego, el autor cita a un crítico:


 "Tal como escribió un crítico: «La carta, el mapa, el embarazo de la mujer, la silla vacía, la caja abierta y la ventana invisible son todos recordatorios o emblemas naturales de la ausencia, de lo invisible, de otros espíritus, otros anhelos, tiempos y lugares, del pasado y del futuro, del nacimiento y tal vez de la muerte; en resumen, de un mundo que se extiende más allá del marco del cuadro, y de horizontes más grandes y más amplios que abarcan la escena que aparece ante nuestros ojos e interfieren en ella. Y sin embargo Vermeer insiste en la plenitud y la independencia del momento presente, con tal convicción que su capacidad para orientar y contener cobra un valor metafísico».

 Y, por último, Auster vuelve a sus impresiones:


“Pero más que los objetos mencionados en esta lista, es la cualidad de la luz que penetra por la ventana invisible, a la izquierda del espectador, la que con tanto ímpetu lo induce a concentrar su atención en el exterior, en el mundo que está más allá del cuadro. A. [Auster] mira con fijeza el rostro de la mujer, y a medida que pasa el tiempo, casi le parece escuchar su voz leyendo la carta que tiene en la mano. Ella, tan preñada, tan tranquila en la inmanencia de su maternidad, lee la carta que sacó de la caja sin duda por centésima vez; y allí, colgando en la pared a su derecha, un mapa del mundo, el símbolo de todo lo que existe fuera de aquella habitación: aquella luz, una luz tan pálida que raya en el blanco, bañando con delicadeza su cara y brillando sobre su blusa azul, el vientre henchido de vida y el azul bañado en luminosidad. Para seguir con lo mismo: Mujer sirviendo leche. Mujer con balanza. El collar de perlas. Mujer joven ante la ventana con un jarro. Niña leyendo una carta ante la ventana abierta. «La plenitud e independencia del momento presente.»

 Más datos del pintor:

Johannes Vermeer fue un pintor holandés, nacido en Países Bajos alrededor de 1632, en la ciudad de Delft, donde permaneció la mayor parte de su vida. Trabajó dirigiendo un hostal y un negocio como marchante de arte, heredados de su padre. Fue miembro y regente del gremio de pintores.
En 1653 se casó con Caterina Bolnes, con quien tuvo once hijos. Sus obligaciones familiares no le permitieron dedicarse por entero a la pintura ni gozar de un buen pasar económico. Quizás por eso no fue reconocido como famoso en su tiempo.
La temática de sus cuadros es la vida cotidiana, la intimidad, representadas en pocos personajes y algunos objetos específicos. Son obras que muestran la paz de las rutinas y los momentos hogareños.
La pintura de Vermeer se destaca por la iluminación y por los colores densos, brillantes, bien definidos.
Además, el artista pintó paisajes, obras religiosas y mitológicas.
Falleció en su ciudad natal en 1675.
Actualmente, es considerado como una gran figura del siglo XVII holandés, después de Rembrandt.

Otra de sus obras dio lugar a una novela: 


"En la segunda mitad del siglo XVII, el pintor holandés Johannes Vermeer inmortalizó en una tela a una bella muchacha adornada con un turbante y un pendiente de perla. Sus labios parecen esbozar una sonrisa sensual, pero sus ojos irradian la tristeza más profunda. Conocido como la "Mona Lisa holandesa", detrás de ese enigmático rostro se esconde Griet, una joven de origen humilde que a los dieciséis años entra a trabajar como doncella en casa del artista a cambio de un mísero salario. Su extraordinaria sensibilidad y el cuidado que pone en todo lo que toca atraen al maestro, quien poco a poco la introduce en su mundo, un paraíso inundado por una luz mágica y poblado por criaturas femeninas de singular belleza. La joven de la perla es la historia de una fascinación, de cómo surge un sentimiento que se mueve entre la admiración y el amor."




2 comentarios:

  1. Hola Silvia, me gusta mucho tu blog, es muy interesante y original.
    Por cierto, no he visto el sitio de los seguidores. Un beso

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras, Nacho. Respecto a los seguidores, soy muy poco práctica en blogs, seguro me falta activar algo para que aparezca. Saludos!!

    ResponderEliminar